Llevo un tiempo atrás en el cual no puedo evitar hacer similes de los seres humanos con otros bichitos o animales que habitan la tierra. No puedo evitar poner la tele y pensar en que toda esa gente que sale son(la mayoría) unos buitres, algunos otros me parecen perros persiguiendo siempre a su "amo" y lo que la gran mayoría de personas me recuerdan: a las hormigas.
Las hormigas no tienen infancia. Nacen larvas y al cabo de poco tiempo empiezan a trabajar, a seguir a las otras hormigas ¿Por qué? Ni ellas lo saben, solo sienten que tienen que hacerlo hasta el día de su muerte... Y se acabó sus miseras vidas. A mi, sinceramente, la vida de estos bichitos poco me importa. El problema está cuando nos crían al igual que ellas. ¿Dónde queda lo bonito de la vida entonces, la incertidumbre? ¿Acaso uno no es libre de elegir el camino más torcido para llegar al más recto? ¿Por dónde pasa el camino que debes seguir?
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Sinceramente, visto así tienes mucha razón...
ResponderEliminarJo vá, no te sigo como tal porque soy tonta y solo sé seguir blogs de esos con miembros, pero me pasaré de vez en cuando por aquí.
(Soy Carmen xD)